Le lastimaban tantas cosas...
Le daba pena y pesar. A menudo se acostaba mortificado, indeciso de lo que hacía; conteniendo las lagrimas... hasta que realmente se dormía y terminaban brotando.
¿Podía hacer algo más? No estaba dispuesto.
En general aquel no era ChangMin. Cualquiera podría notar qué tan atado estaba, lo que debería y no debería hacer, lo que debió y no debió hacer... Sus pensamientos estaban vuelto un basurero. Se veía mal, se sentía mal.
Se enrolló la toalla en la cintura sin si quiera secarse por encima y salió del baño a la cocina incluso descalzo sólo para tomar una rebanada de pan y luego al mueble de la sala para revisar si aun le quedaban mentolados en su morral. Aquella noche se sentía sumamente inquieto.
Hacía frío, más de lo normal, y había empapado todo el pasillo, la cocina y la la sala. Genial: a trapear antes de dormir.
Al terminar de vestirse buscó algo con la limpieza, que lo mantuvo de aquí para allá, de allá para acá, y exprimiendo un poco. No le tomó mucho. Cuando por fin estaba a punto de terminar, se topó con el correo. Algunos típicos de la familia, de la empresa, de algunos amigos y otras cosas que ignoraba. Después de revisar los primeros cinco de unos nueve sobres, los dejó sobre su chaqueta encima del borde del mueble. Lo que fue una pésima desición porque por obra de Dios, de Buda o simplemente del destino se balancearon en segundos hasta caer de nuevo, pero esta vez sobre la parte donde aún quedaba agua.
- ¡Demonios! -exclamó, los tomó con rapidez y se fue hasta la ventana para ponerlos secar. Allí los revisó para comprobar qué dejar o qué llevarse, cuando de último encontró uno de... JaeJoong. Era el único que seguía intacto-
...demonios...
La carta llevaba unos dos meses en su recibidor, quizás si hubiera estado al menos un poco mojado lo habría tirado a la basura, pero al ser el único seco lo pensó dos veces... Contra su voluntad (o eso creía él) dejó los sobres húmedos sobre la mesa y se fue con ese hasta su habitación, dejando los implementos de limpieza en la sala.
------------------------------------------
Al culminar la lectura sólo podía pensar en una cosa: ambos..., ¿pensaban de la misma manera? JaeJoong sonaba más sensato, aunque sólo porque no se leyera tan destrozado, tan fuera de si como se sentía ChangMin, no significaba que no lo estuviera de igual grado.
Al final todos sabían que todos sufrían.